Jabalí estofado, remolacha, granada y cebollitas encurtidas.
Hay estaciones que enamoran y, en mi caso, el Otoño y la Primavera se llevan la palma. La segunda porque la sangre altera y nos trae hasta nuestros platos desde el más fino boquerón hasta los suaves perretxicos y las boyantes cerezas; y el primero por ser tan canalla de recuperar la cuchara por bandera