Tarta de queso sin horno a la vainilla con estofado de frambuesas
A medida que avanza el veranito y sube el termómetro disminuyen proporcionalmente nuestras ganas de meternos en la cocina con el horno a todo trapo. Atrás quedan los días de hornear bizcochos, galletas o de cualquier otra preparación que convierta nuestra cocina en una sauna infernal. Es tiempo de bebidas refrescantes, ensaladas, gazpachitos, helados y otros postres frescos