Una vez, hace mucho, mucho tiempo, quise tener una marca de kétchup. Con un nombre original, etiqueta ilustrada por mí, receta archi-secreta, que se venda en los supermercados y me catapulte al estrellato de las salsas. Probé la receta, dibujé los bocetos, le puse un nombre y ahí quedó. Hoy quiero reivindicar ese kétchup de