El lunes pasado arranqué una malísima semana con la horrible sensación de ¿esto nomás es mi vida? ¿Casada hace casi una década, con una hija, un perro y tres gatos, alquilando una casa y trabajando eternamente para continuar haciendo lo mismo hasta el fin de los tiempos? ¿Dónde quedó lo desconocido, lo apasionante, la libertad?