No podemos caminar tranquilas en este infierno de cemento y escombro. Desplazarse a pie implica encender los cinco sentidos, con ojos detrás de la cabeza, pensando constantemente a cuál vereda cruzar, dónde caminar más rápido y hacia donde correr para sobrevivir. Asunción es una ciudad tenebrosa donde ser mujer implica subsistir bajo la constante amenaza